EN SUAZA..."MOCHILAS DE ORO"

Cuando acusaron, de ladrón, acosador y violador, lo que parecía un cuento, resulto de lo puro cierto.

Un hombre que pasaba denunciando, decía que lo único que tenía para que le robaran, era un taburete, por eso la denuncia no dio más que risas. ELISA, que venía de trabajar duro en cuestiones de amor, a cualquier precio, lo mencionó como acosador, pero una vez fue llamada a contar con pelos y señales, lo único que tuvo de verdad, fue devolver la plata como testigo; el cura, que de eso sabía mucho, rescato la escena diciendo en el púlpito, que las mujeres cuando eran celosas, siempre decían de sus maridos, lo que menos les hacía el amante.

Tampoco pudo esta denuncia tener un final feliz, se constató que el que salía con el cuento, tenía inclinaciones raras con despecho, y hasta la fecha, “MOCHILAS ”, de “marica” no tenía un pelo.

Sin embargo, la prueba reina apareció, en el juzgado

; apostado en un rincón, “MOCHILAS DE ORO”, no sabía qué hacer, ni que decir, en el estrado, una vieja media achacada, fea y gruñona,lo maldecía a los cuatro vientos por el rastro que dejaban “mochilas”, por toda la playa del rio suaza.

Esa prueba, aunque nadie la vio, la dieron por hecho, pero cuando el juez, le pidió concretar su denuncia, la negra, entre llantos gritos desmayos, y agua de toronjil, contó que “MOCHILAS”, la había violado y no una, sino tres veces en la misma tarde.

Ese dato sembró la duda del juez, por experiencia propia sabía, que, sin pastillas, casi siempre quedaba mal y eso que era uno al mes, pensar, que “MOCHILAS DE ORO”, solo con un pedazo de auyama, pudiera hacerlo tres veces, a la fuerza, con la misma, bien fea y en la misma tarde, era cosa de pedirle la fórmula.

todos decían de “MOCHILAS DE ORO”, pero en detalle, ninguno daba datos, el juez sin saber que hacer, decidió tomar el toro por los cuernos, llamo al estrado a “MOCHILAS”, que con cara de culpable en medio de la sospecha,hecho memoria, recordando que se había arrastrado, pero no hasta ese punto, busco y busco y no encontró ni en los recuerdo, entonces guardó silencio. De nuevo el juez escuchó a la “negra” reconocer a ““MOCHILAS DE ORO”, que para más señas- tiene verrugas en las verijas y tres rayones inconfundibles en la horqueta-dijo la negra-. El juez, con esa pista, pidió al secretario una inspección a lo que se rehusó rotundamente, entonces el mismo, con guantes, linterna, y lupa, después de una revisada, constató, que “MOCHILAS DE ORO”,estando completo, por ninguna parte tenia verrugas ni rayones, y dictó al secretario…”pero si las tiene de buen color. ..”

Al final de este enredo, el juez, con voz de trueno sentenció, -dígale al juzgado si usted conoce a la “negra” y si es cierto que la violo, el hombre, pensando, hablo con una corazonada …” se llama aurora,-dijo- y la viole toda una tarde con todo eso que tiene puesto”,-la vieja de un grito silencio el recinto,…””miente malparido, me llamo esperanza, y no tuve necesidad que me desvistiera, y aunque lo hicimos rico, eso fue solo un ratico…