GARZON ENTRE LA SENSACIÓN DE SEGURIDAD Y LA SEGURIDAD MISMA.
Después de una cascada de noticias donde la comunidad Garzoneña protagonista y víctima, se sentía, impotente ante el accionar de la delincuencia, por todos lados, poco a poco las cosas, han ido cambiando.
Los esfuerzos conjuntos, la búsqueda de estrategias, la utilización de los mecanismos para apoyar la lucha contra la delincuencia, los informantes, la fuerza pública, la efectividad, los funcionarios y la comunidad en general, pasan de la sensación de impotencia a la sensación de la reducción de la delincuencia.
Golpes seguidos rápidos y efectivos, como la recuperación de los computadores robados a un centro educativo por parte de una banda, la reacción inmediata para recuperar en plena acción un carro que intentaban hurtarse, por una avenida principal, el desmantelamiento de bandas, la prontitud y eficacia de la policía, y los jueces, han logrado reducir la delincuencia en un 37.2%, eso significa, que las estrategias puestas a funcionar, están daño resultados. Aun acontecen hechos esporádicos, el micro tráfico, es un flagelo de mil cabezas, la violencia de género y la intolerancia seguirán siendo una tema central, sin embargo, esfuerzos aunados para evitar el factor sorpresa y una campaña reeducadora, persuasiva más que coercitiva, ha dado resultados como una política de participación general.
El compromiso de las autoridades, y la confianza de la comunidad para actuar eficazmente, ante este flagelo, ha permito un desempeño coordinado con acciones inmediatas y positivas, en estas acciones, queda demostrado el papel de la comunidad que no es velar el miedo, todo lo contrario, que con la rapidez con que puede ocurrir un insuceso, con esa misma se actúe, denunciando.
Es posible que aún no haya calculado calculado de verdad el apoyo comunitario, que no es más que el compromiso de todos” y que si bien el valor civil, no es enfrentar la delincuentes en condiciones desiguales, o haciendo justicia por su propia mano, debemos con nuestra acción , exigir que de acuerdo con la ley, la justicia no obre en culillo sino en derecho, salvaguardando la honra y bienes de la comunidad, no siendo permisivos, sino endureciendo las decisiones.
Hoy Garzón deambula entre la sensación de la seguridad y la seguridad misma.