HA PEGADO TAN DURO LO DE LA CORRUPCIÓN QUE NI HABLANDO, ESCONDIÉNDOSE, NI QUEDÁNDOSE CALLADO.
A nivel regional el panorama para los políticos esta re turbio, Hernán Andrade, por asfixia, ha planteado, a destiempo y sin necesidad, el suicidio, apoyo a Vargas Lleras,(ya le había pasado a cielo González antes de su reculada) lo de Andrade se interpreta como desespero a su situación con la fiscalía; a tres bandas, esa salida que pareciera certera para lo suyo, deja a su hermana en una balsa improvisada, tras un discurso odioso parapetado con nuestro patrimonio la electrificadora, una empresa, que sin forjarla, la vagabundearon. Sumándose a eso, errores tan garrafales como los de tito, manejando, todo al revés.NI esperanza ,ni tito, pareciera que les aumentara, la intervención de Andrade, agua la fiesta, dejando en claro que sin electorado propio, hay que acudir a la rapiña, como en la electrificadora, endosándose esfuerzos ajenos, y el ajeno saltando matorros como un conejo de huida de una linterna.
Gechem, con una jugada extraordinaria,pero para sus amigos no deja de ser una trampa, pañales para su pubertad, interpretada como incontinencia urinaria, de un viejo mañoso, Ana María, que no le alcanza para nada, porque eso ha hecho en el Huila, sin discurso y a punta de lloriqueo, le resta fuerza al gato volador, Héctor Javier Osorio, que de por si no la tiene, lo suyo toca como en las tiendas, pedir y pagar.
Villalba sus cuentas se las endose a los alcaldes, que deben salvar con votos el desteñido papel de sus representantes. Bonilla en esa cuerda busca oxigenarse con un cambio en su gabinete, que no puede interpretarse como un remiendo, porque el que remienda no estrena, debe sacudirse de tanto funcionario entre arrogante y culebrero, con demostrada falencias en el delicado manejo de la cosa pública; Felipe victoria llega como cuota de el mismo, pero se interpreta como la salida de los Gonzales villa del escenario político en Garzón y de la crisis que soportan el gobernador, que gasto y se desgasto, perdiendo credibilidad y terreno desde su mismo rancho, en la duda salpicada, con la salida de la secretaria de educación. que se fortaleció negándose a la alcahuetería, eso le basto para tirarse a todo el gabinete, que a nivel departamental no se ven como funcionarios de criterio, sino como idiotas útiles, sumándole la desaparición forzosa, del panorama a Cielo Gonzalez,gracias a lo mismo y a su esposo, escándalo que brilla solo con la luz de los enredos del Pae.
Toño Gómez esta siguiendo la misma estrategia de la farc, se agazapa, espera que hagan el gasto, se afina con Villalba, se congracia con Gechem, y por supuesto con la estrategia de Marianito el malo, que baja crucifijos, pensiona vacas viejas y tumba becas, en las mismas con lo mismo, y en cuerpo propio y con el crucifijo en lo ajeno.
El movimiento campesino que estuvo fuerte en las elecciones pasadas, anda como un pandero en el bolsillo de atrás, Armando Acuña, hablando y pegado a un tiesto caliente, es el único que cree en las bondades del gobernador, limitándose a parecer ingenuo, Oliveros maneja escenarios que nadie ve, Orlando Beltrán, buscando radio de acción en el pasado, y en sus propias rabias, que nadie en absoluto entiende a cavalidad.
La gente se aburrió de escuchar mentiras viejas y verdades trilladas, sacando sus propias conclusiones, y recibiendo al que venga más que recibir pedir, de allí lo peligroso de las elecciones.
Las puertas se están abriendo para que entren más candidatos, y aparezcan más líderes, con la certeza rapidez del cuarto de hora, que llegan descargan lo que traen y salen con el relámpago, porque detrás de ellos, traen más.
Nadie parece escapar a esta crisis dónde se acabaron los caudillos y las muchedumbres, el panorama político aparece entre pintoresco y bufón, en la mayoría de los casos y algunas veces sin serlo, es el mismo electorado el que bautiza sus jefes, con nombres tan simpáticos; bribones pillos, malandros y ladrones. Mejor dicho, Ha pegado tan duro el tema de la corrupción, que nadie se salva, ni hablando, escondiéndose o quedándose callado.
