EL IMPORTACULISMO; ESPERAR QUE TODO LO HAGAN.
Crónicas de historias contadas Miguel Parra Méndez.
EL IMPORTACULISMO; ESPERAR QUE TODO LO HAGAN. está plasmado, funcionarios y políticos de comunidad, dejándose manejar por unos ‘dirigentes’, que en la sombra se ríen de las necesidades primarias de la gente, los ponen a hacer cosas grotescas para desorientar más cada día, nuestra cotidianeidad, mientras tras bambalinas disfrutan apoyados en creer que son poder, siendo manipulados incluso en sus vidas cotidiana.
Preocupante en nuestro medio, nuestra actitud ante la cantidad y magnitud de problemas enquistados; comunidad con sus bases alteradas, población llena de confusión por las elecciones, mientras dirigentes, ante una realidad de sobrevivencia en medio de la corrupción rampante, olvidan a los responsables de una economía golpeada ante la presencia de ese "leviatán" llamado politiquería.
En la situación nuestra, donde nuestro protagonismo es el importaculismo, los menores de edad, son convertidos en delincuentes, negocio rentable por el falso costo que generan, por la fácil capacidad para su adoctrinamiento y por ser muy agresivos a la hora de participar. Lo más preocupante es que nuestras calles son alteradas por jóvenes, mientras solo nos encargamos de la crítica, que rechaza a los menores de edad sin posibilidades de educación, que la delincuencia los captura, para ser sus protagonistas y víctimas".
En primer lugar, debemos valorar nuestra actitud, clave para consolidar unos espacios de seguridad dentro de la legitimidad, sin seguridad no se pueden garantizar los derechos" una nueva pausa en el conflicto entre el pueblo que denuncia corrupción y los corruptos que de alguna manera se reagrupan, depende de nuestra actitud y valor.
Todos somos responsables de lo que pasa, pero todos somos también responsables para que deje de pasar", y esta es una de las razones por las cuales la indiferentes, en este juego desdibuja todo por ello, una responsabilidad grande es el papel de los medios de comunicación, que dejaron de ser leales, no ejercen labor de educar, y orientar, y los consumidores nos contentamos con una información carente de contexto y análisis; un periodismo ausente de investigación y determinado por noticias que nacen y mueren con los días sin importar el rostro y el drama humano que generan muchas de esas informaciones.
hacer periodismo en medio de una situación como la nuestra, sin la responsabilidad en el manejo de la información, es un caos, porque en lugar de ser parte de la solución, nos convertimos ante los ojos del de todos, en la vergüenza.